El legado de Vivian Maier en exposición en el espacio KP Projects.

Vivian Maier, Untitled, 1957, Car in Garage with Cats.

¿Puede una fotografía captar el alma adormecida de una ciudad? ¿Puede captar la conciencia no percibida de aquello que está pero se asume irrelevante?

Vivian Maier, fotógrafa cuya obra pasó desapercibida gracias a que se cuenta que nunca tuvo intención de hacerla pública, pareciera haber logrado construir, a partir de imágenes tomadas durante sus paseos por las calles de Chicago y Nueva York, una música de la nostalgia que pega duro en el recuerdo de aquellos que alguna vez habitaron las grandes ciudades de la Norteamerica del sueño, de la posibilidad, de los rascacielos.

Con un “hobbie” de virtuosos resultados, las fotos de Maier colaboran desde el recuerdo, llenando los vacíos sentimentales que huyen de los apegos de la atemporalidad. Con amplio archivo de imágenes recuperadas y puestas a disposición del público bajo lo que hoy se conoce como la Maloof Collection. Las exhibiciones han venido multiplicándose en búsqueda de reafirmar la interesante memoria que representa el legado Maier. Su valoración y difusión se volverá intensa debido a lo bien logrado de su trabajo.

Con testimonios visuales de personajes perdidos en el ocio, en la espera, hombres mujeres transformados en fisonomía y carácter por los difíciles andamios de la edad verán una inesperada inmortalidad aparecer. Maier fue capaz de extraerles instantáneas del globalmente efímero día a día para impregnarles de eternidad, convirtiéndoles así, en donadores inconscientes de personalidad a la ciudad.

Vivian Maier, New York, 1955, "Man Sleeping in Car".

Vivian Maier, Untitled, American Flags Street Scene.

Vivian Maier, Untitled, 1959, Men on Ship Deck.

De a poco cae la tarde y un hombre reposa en su auto, Maier lo observa y lo retiene en su lente justo cuando él hecha el rostro hacia atrás llenándose de tranquilidad, llenándose de vida mientras cruza los brazos entre asientos y el volante pálido de su descapotable. Un chofer, un niño rico, qué importa. Es un hombre impreso para siempre en gelatina de plata. Y así como él, por un momento dormimos y revivimos. Es un vistazo al azar: un lugar, una fotografía nunca igual. 1955, New York, “Man Sleeping in Car”.

Los hombres, inmutables van incognitos en la penumbra de los edificios voraces de paisaje, los menos de ellos se pierden en el horizonte, mientras tanto sus hermanos mayores extienden los brazos y saludan con pañuelos de banderas nacionales. Maier observa, de pronto, nota la singularidad, se encuadra, se flota en luz y se registra: “American Flags Street Scene”. Dos revueltas se gestan, juveniles los hombres y el mar, planean el pasar de la tarde; el mar, espumoso en su frugalidad, escucha los arrestos de los chicos que en pantaloncillos cortos conversan en la cubierta de la embarcación. Temperamento natural y animal en competición: 1959, “Men on Ship Deck”.

Vivian Maier, Self Portrait Door Reflection.

Maier, de aspecto sobrio envestida en su abrigo pardo se detiene: medianamente sonríe al tiempo que sujeta su cámara, ha descubierto la escena que hará el día esta tarde, la calle solitaria pero con residuos de humanidad se observa ligera en la parte izquierda, Maier mientras tanto se mira en las puertas de vidrio que en sus reflejos, multiplicarán aquella modesta curiosidad que la figura de la fotógrafa ha gustado de preservar. “Self-Portrait / Door Reflection”.

Las fotos de Vivian Maier [NY, 1926-2009] correspondientes a la Maloof Collection serán exhibidas hasta este 26 de agosto de 2017 en la Galería KP Projects de Los Angeles California. El evento constará de 85 imágenes, de las cuales 20 son inéditas.

Para estar al tanto de futuras exhibiciones del trabajo de Maier, siempre puedes visitar su pagina de Artsy.