"The Tambourine" por John Tarahteeff |
Con un grupo de obras llenas de una sutil e inquietante fuerza dramática, John Tarahteeff se presenta en la Nüart Gallery.
Algunos se han aventado a la vida con los afanes aceitados por su credo de la alegría y la trivialidad de la lectura de la autoayuda. Fe puesta en la existencia de una secuencia secreta que al realizarse, claro, sin ningún tipo de esfuerzo asociado, simplemente traerá la felicidad.
Pasamos de una época donde lo importante era tener, para arribar a otra, no menos peor, donde es preciso estar sumergido en una escalada de crecimiento personal, donde el tener, debe ir acompañado del maquillaje de la realidad: ahora debemos ser felices, lucir saludables y andar por allí con la chispa y frescura de una vida alivianada. Vida posible toda vez que en nuestro nuevo mundo chic, delegamos la atención de la versión real, a los respaldos proféticos de nuestros psicólogos y abogados americanos. Nos volvemos cool retozando la frase motivacional del día y nos purificamos a costa de jugo verde por las mañanas.
Es decir, nos cimentamos socialmente sobre una narrativa artificial que descansa en los vestigios de nuestra verdadera realidad. Nuestras historias, las que nos hacen lo que somos, son evitadas a la mínima invitación. Es aquí, donde los personajes clarificados por una suave luz ambiental, son labrados en los lienzos de John Tarahteeff, personajes que surgen comunes a nuestros ojos, pero también enigmáticos gracias a una extraña atmósfera de oscuras narrativas subyacentes. Hay misterio envolviendo cada cuadro, y nos preguntamos qué historias se han evitado.
Una mujer duplicada, de temperamento vacacional, se lanza al fin de semana de pesca mientras presume la reciente cirugía que le ha fijado en el rostro la felicidad. Al fondo las montañas y una copia cinematográfica del bólido, que esta vez, sólo se ha estacionado frente al barranco y ha huido a la fatalidad auto impuesta de la historia de Thelma & Louise. Son los vestigios dejados atrás para pasar una tarde de goce en el lago: “Vestiges”.
Pero si cae la tarde y estamos cansados y vivimos el sueño de banquetes y príncipes osados, entonces tal vez el destino vestido de arlequín guíe al pandero hacia su destino último de castillos encumbrado. Y así los campos de naturaleza hiriente sean apaciguados por el cruce del corcel que altisonante despertará a la durmiente: "The Tambourine".
O tal vez sólo son todos esos vestigios que interfieren en la mente de mujer fumante, que sujeta a la metáfora infantil de un oso de peluche en manos, decide huir. Cruzada fútil cuyo augurio gris de árbol deshojado únicamente es respaldado por los trinos de pájaro juvenil y la inmensidad de un océano lejano: "The Runaway".
La Nüart Gallery expondrá del 10 al 26 de noviembre 2017 una selección de las tranquilamente inquietantes pinturas del artista californiano John Tarahteeff – b. 1972. El espectador podrá disfrutar así, de vista viva, de estos dramas visuales suspendidos en el tiempo, y gestar en su mente sus propias narrativas ocultas. Una oportunidad para dejar que funcione la imaginación.
"The Runaway" por John Tarahteeff |
"Vestiges" por John Tarahteeff |
"The Backwater" por John Tarahteeff |
"The Pier" por John Tarahteeff |
"The Dreamer" por John Tarahteeff |
"Low Hanging Fruit" por John Tarahteeff. |
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