|
Marcel Duchamp, NYC, 1942 foto por Arnold Newman |
Se cumplen cien años del nacimiento del fotógrafo estadounidense Arnold Newman y la galería de arte Howard Greenberg de la ciudad de Nueva York ha preparado una exposición que abarca distintas facetas de su trabajo. Las 45 imágenes en blanco y negro que constituyen la exhibición, van desde las elaboraciones abstractas con naturalezas muertas, hasta sus retratos sin membrete realizados mayormente en las décadas de los 40's y 50's a personalidades del mundo del arte.
No hay duda que lo mejor del evento pasa por la exhibición de estos retratos, que con una intención más allá de la pulcritud de los personajes, comienzan a ser elaboraciones que pretenden conjugar logros y personalidad de aquellos que posan ante la cámara, siendo entonces la búsqueda de composiciones escenográficas uno de sus mayores sellos. Es una mirada inicial a lo que hoy tan cotidianamente vemos en revistas de moda donde la dirección de arte ha tomado un rol central, he incluso toma al fotógrafo como una herramienta para el logro final.
No obstante, estas imágenes están lejos de las actuales composiciones visuales donde los elementos como las texturas, el manejo de los ritmos, los contrastes, el color o su ausencia, son tocados de tal forma que en su armonía encontremos la belleza. Su valor está en el juego de acompañantes entre los individuos y los adornos. En este sentido, Newman puede diferenciarse rápidamente por alejarse de la sobriedad sintáctica de los icónicos retratos tomados por el fotógrafo
Irving Penn a destacados intelectuales, y a su sonada búsqueda arquetípica de las profesiones.
Es entonces, que al indagar con imágenes los vuelcos de aquellas personalidades de interés público, Newman inmortaliza al presunto creador de la vanguardia, que en su irónica protesta ha llevado al arte a un proceso de involución: así, aparecerá en el evento Marcel Duchamp. Veremos al artista alejado de los urinarios para, posando al interior de una galería, ser estatua antigua en cárcel de filamentos radiales, lugar con iluminación en la frente, donde sus acompañantes son pinturas abstractas surgidas del apartamiento de las concepciones tradicionales de hacer arte.
En la concepción de imágenes, Max Ernst será fotografiado en sueños de humo y sillones surrealistas, los muñecos tribales dando tumbos de baile abren los brazos para gritarle que la magia de lo imaginable surge en espejos colgantes, con mirada fija el hombre se oculta en nubes al mismo tiempo que se delata la creatividad de pesadilla del artista. Jean Dubuffet, será erosionado por la trivialidad de su escenario, en emulsión, su mente y el concreto son estabilizados. Su cráneo forja el perímetro que es resaltado por un contorno oscuro simulado, caso que es referencia a la estética de sus esculturas.
Y estará Michel Tapié, criticando el trabajo de Newman, con sus manos a modo de rezo y anteojo simultaneo para clarificar el pensamiento que en idea de foco es iluminado. Y Aaron Siskind será figura de aspecto humano posando frente a esa pared de pinturas rotas, formas desgarrantes que alguna vez formaron parte del trabajo abstracto de Siskind, y que hoy son paredón, y escena para el hombre bonachón que aún en los setentas, gusta de portar un sombrero galante. “
Arnold Newman: One hundred”, estará abierta hasta el próximo 30 de junio de 2018.
|
Max Ernst, New York, 1942 foto por Arnold Newman |
|
Jean Dubuffet, 1956 foto por Arnold Newman |
|
Michel Tapié, 1954, foto por Arnold Newman |
|
Aaron Siskind, NYC, 1976, foto por Arnold Newman |
|
Ibram Lassaw, 1953, foto por Arnold Newman |
|
Josef Albers, 1948, foto por Arnold Newman |
|
Kurt Gödel, 1956, foto por Arnold Newman |
|
William Baziotes, 1959, foto por Arnold Newman |
|
Man on Church Porch, West Palm Beach, FL, 1941, foto por Arnold Newman |
<< únete a nuestro
Telegram >>