Pfelder and Tenthaus Oslo, The Isle, Oslo, 2013. Photo Pfelder. |
¿Percibimos los lugares donde habitamos como lugares de transición donde lo único que nos implica es el resguardo? ¿La arquitectura nos ofrece un lugar donde podemos Ser? Noruega revisa la situación de su arquitectura contemporánea con proyectos de los últimos 5 años en esta exposición del Nasjonal Museet.
Las grandes ciudades, mejor dicho las ciudades, se atrofian en las circunstancias de sus necesidades poblacionales, que más pronto que tarde, rebasan cualquier intento de desarrollo urbano asociado. Más aún, su evolución en prosperidad está sujeta al cálculo político de la toma de decisiones, difícilmente hay una verdadera inversión en las ideas que vienen de aquellos que han estudiado y están preparados para responder sobre el tema. Arquitectos crean desde lo individual sujetos al presupuesto privado y la rentabilidad, y los estados desdeñan los locos proyectos de sustentabilidad que diseñan los urbanistas.
Todo ello ocurre en una zona de decisiones dónde el ciudadano queda desdibujado, y donde a lo más encontrará un lugar para estar. De la misma forma, o diferente a lo que hoy lo hace. Lo actual en las ciudades versa en separar, en ausentar la presencia que en un santiamén se va para no ser jamás.
Pocas son las ciudades que en su época moderna se construyen bajo un canon estilístico que les forje una noción identitaria entorno a la arquitectura que les subyace. Las ciudades coloniales son ejemplo que no se repite más. La cultura también se desarraiga en aquellos lugares donde se descuida la estética de las edificaciones: cascarones grises de concreto, vidrio o metal pueden ser simplificaciones visuales que apaguen el esfuerzo de pertenecer, crear y conservar aquello donde uno, tal vez sólo de pasada, está.
“A Place to Be. Contemporary Norwegian Architecture 2011-2016” en The National Museum of Art, Architecture and Design de Oslo, Noruega: es una exposición que intenta entablar una conversación reflexiva con el asistente. A través de la presentación de 25 proyectos arquitectónicos vinculados a creadores noruegos, ya sea que hayan sido realizados en el país escandinavo o fuera de él, el museo los ha seleccionado como ejemplos que permitan lanzar el análisis sobre el impacto que la arquitectura contemporánea noruega ha venido teniendo en los años 2011 a 2016. Más importante aún, reflexionar sobre el rol que esta debería jugar en la configuración de espacios, no sólo para habitar, sino para pertenecer.
Los ejemplos seleccionados son un muestrario de aquellos proyectos que pudieran estar influenciando la manera de construir por los arquitectos noruegos, de tal forma que se busca indagar sobre las características, si es que las hay, que son compartidas. Al final hay un interés por parte del museo en explorar de qué forma esta manera de construir asimila la realidad social de los entornos para los cuales elabora sus edificaciones.
Ya este mismo año, el Finnish Museum of Photography presentó una exposición, donde bajo una selección de imágenes del fotógrafo Kaius Hedenström, se cuestionaba el advenimiento de la modernidad arquitectónica a las zonas rurales de la nueva Finlandia encausada por el bienestar económico comenzado a manifestarse a partir de la década de los 1970’s. Una apropiación del paisaje que dejaba de lado la identidad profunda de esos lugares. Así, “A Place to Be”, en exhibición hasta el 19 de noviembre, se suma a la búsqueda por realzar la conciencia sobre las tendencias, que en el ámbito del diseño arquitectónico, deberían estar en continuo escrutinio: por su impacto en el paisaje y en la vida de las personas. Una intención que viene bien en un momento de transformación y renovación de los apetitos visuales… pero cuidado, no así de las necesidades humanas.
Vardehaugen Arkitekter, Vindheim Cabin, 2015. Photo: Rasmus Norlander. |
Saunders Architecture, Inn and Studios on Fogo Island, 2011–2013. Photo: Bent René Synnevåg. |
Peter Zumthor, Allmannajuvet Zinc Mine Museum, 2016. Photo: Aldo Amoretti. |
Are Vesterlid, Sørum Farm, 1998-2013. Photo: Rickard Riesenfeld. |
Lund Hagem Arkitekter, Knapphullet, Sandefjord, 2014. Photo: Luke Hayes. |
International Centre for Cave Art, Montignac-Lascaux, 2017. Photo: Luc Boegly and Sergio Garzia |
OPA FORM, Storhaugen Barn, 2016. Photo: Espen Folgerø |
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