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Arne Korsmo, “Own house in Planetveien”, 1955. Photo Arne Korsmo
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No hace muchas décadas comenzó la discusión, para desde una perspectiva arquitectónica y urbanista, construir edificaciones no sólo de trabajo sino habitacionales que permitieran hacer llevadera la aplanadora psicológica que resulta de la continua travesía por el habitad de las grandes ciudades. Atemperar las mañanas y tardes que se colman en acicate por el exceso de ciudad devino de un interés principal, los entornos más cosmopolitas que se encontraban en un momento de transformación y que contaban con suficiente presupuesto comenzaron a asimilar las innovaciones en la definición de estructuras de trabajo donde las paredes desaparecieron, y de a poco, las urbes se envolvieron en rascacielos de superficie reflejante. La abolición del concreto como elemento divisor de la vida al interior de las construcciones llegó, para bajo la morfología del cristal, los edificios se prepararan para recibir la luz de sol y recordar así nuestra elemental naturaleza.
Asimismo en aquellos lugares donde su economía y distribución territorial lo permite, la búsqueda de una mejora en la calidad de vida que no solo venga desde el aspecto económico sino también del situacional, ha tenido eco en la creación de espacios habitacionales que intentan conectar al ser humano con su entorno natural más inmediato. Las casas con muros de cristal sobrevienen como la alternativa que purga a través de la luz natural los atavíos del ajetreo de ciudad.
El Museo Nacional de Noruega abre un espacio de exposición para revisitar la historia de este tipo de proyectos en el ámbito noruego, con énfasis en aquellos concebidos alrededor de la época de la segunda guerra mundial. Fotografías de las casas de cristal realizadas por arquitectos noruegos, así como planos poco conocidos de algunas de las creaciones arquitectónicas más altamente valoradas del modernismo en ese país serán exhibidas en el - Vault - del Museo. Una exposición fotográfica donde se documenta y explora la idealización de la arquitectura que se integra y se sustenta en su vinculación con el entorno, arquitectura que busca que estos elementos jueguen el rol sanador y de liberación de la mente que constituiría una opción inobjetable a realizar.
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The Norwegian Glasshouse” estará abierta al público hasta agosto 13 de 2017 en The National Museum de la ciudad de Oslo, Noruega.
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Sverre Fehn, “Villa Norrköping”, 1964. Photo Teigens fotoatelier
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Arne Korsmo og Christian Norberg-Schulz, “Three houses in Planetveien”, 1955. Photo Teigens fotoatelier
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Geir Grung, “Own house at Jongskollen”, 1963. Photo Bjørn Winsnes
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Geir Grung, “Own house at Jongskollen”, 1963. Photo Johan Brun
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